Amaneciendo entre reflejos del Lago Mathenson
La noche anterior fue alucinante con su cielo especial, hasta ahí muy bonito e idílico todo. Lo que no nos cuentan en las películas es el frrrrrrriiiiiiio que pasamos, ¡Madre del amor hermoso! Eso es lo que trae un cielo tan despejado, una playa al lado, y estoy segura que las focas también hicieron de las suyas para que la noche fuese más fría.
Pero bueno, éramos conscientes de que estábamos en otoño y que cada vez había más nieve.
Como la cama no era muy apetecible para dejar que las sábanas se nos pegasen, pusimos rumbo madrugador al Lago Mathenson para ver los reflejos en este del monte Cook amaneciendo.
Para llegar al lago Mathenson tienes que pasar una pequeña ruta de unos 25 minutos ida o unos 50min en una ruta circular. Un paseo, nada de dura ni complicada, y por supuesto con unas vsitas tan bonitas como estas.
El Lago Mathenson es famoso por el reflejo que este tiene del monte Cook, y yo no me podía perder este espectáculo y hacerle una foto para mi mayor fan de los reflejos, ahí llevas mamá.
El glaciar Fox y su gran subida
Después pusimos rumbo al glaciar Fox, a lo pensábamos que sería otro valle como el del día anterior. Pero para nada, todo lo contrario, una subida con cruces de rios bastante curiosa. Eso sí, también hay una ruta por el valle con la cual podrás ver el glaciar Fox desde abajo.
La subida es importante, pero cualquier persona medianamente en forma podría hacerla, no es comparable con la que hicimos en el glaciar de Noruega. Más que nada porque esta es de una media hora subida como mucho, eso sí, depende del ritmo de subida. Pero como siempre, vimos a enchaquetado y acompañante con vestido y manoletinas. Yo eso no lo recomiendo para nada, no quiero saber como cruzó esa chica el río creado por el deshielo, pero allá cada cual.
Voy a obviar la parte de comparar ambos glaciares de la Costa Oeste de Nueva Zelanda, las fotos hablan por sí solas. En mi opinión me quedo con el valle del Glaciar Franz Josef y con la cercanía y la vista del glaciar Fox. No quiero recomendar ninguno a los que escojan solo ver uno, soy así de cobarde, os presto mis fotos para que escojáis.
Desfiladero de Haast y sus múltiples paradas
No se si es que habíamos leído tanto sobre el desfiladero de Haast o que fué lo que pasó que nos esperábamos Haast mucho más grande y bonita. De hecho no le dedicamos mucho tiempo ya que la carretera del desfiladero de Haast la cierran y no queríamos ir con prisas. Pero me dió la sensación que nos estabamos perdiendo algo del pueblo. Porque por no ver no vimos ni un supermercado.
EL desfiladero de Haast es la carretera que va de Haast a Wanaka, un paisaje increíble que deberás apuntarlo como un imprescindible de Nueva Zelanda.
[su_note note_color=»#d4c7ed» radius=»7″]El Desfiladero de Haast es una carretera que está cerrada todos los días de 5-6 de la tarde a 7 de la mañana.
Cuando nosotros fuimos estaba cerrada de 7:30 de la mañana a 5:30 de la tarde Consultar horarios según época del viaje[/su_note]
Comenzamos la ruta por la carretera, y ¡Qué maravilla! Parece de película. Que poco pesan los kilómetros en coche en Nueva Zelanda, es increíble. El tiempo nos acompañó a la perfección, lo que lo hace todo más bonito aun.
Thunder Creek
A 5 minutos del aparcamiento te encuentras la Thunder Creek, una preciosa cascada de 96 metros de altura. En su entorno de piedras pelonas. Una paradita del desfiladero de Haast que merece la pena.
Fantail
De nuevo una parada en el Desfiladero de Haast para ver una catarata. Se ven muchas desde la carretera, pero algunas como la Fantail, con su entorno y su ancha catarata merecen la pena de bajar, y estirar un poco las piernas de este camino.
Blue Pools
Con una pequeña ruta de 25 minutos ida y vuelta y tras pasar un puente colgante, te encontrarás en el segundo puente colgante con las Blue Pools, un río de un increíble color azul, de ahí su nombre.
Cuando nosotros llegamos era ya más tarde y no la pudimos ver en su color «azul que me muero» de las fotos de internet, pero aun así el paisaje es increíble y esta parada es la que más merece la pena de todo el trayecto, o por lo menos de las que nosotros hicimos.
De lo tropical al otoñal Wanaka
Llegamos a Wanaka después de pasar por el Lago Wanaka y el Lago Hawea, los dos me parecieron muy bonitos, como siempre, aunque parezca repetitiva las carreteras preciosas, pero esta vez con un paisaje totalmente diferente.
Hemos cambiado lo tropical de Nueva Zelanda, sus bosques y vegetación por todos lados por un paisaje totalmente otoñal.
Wanaka está asentada a los piés del lago Wanaka, lo que hace que esto le regale un paisaje precioso. A nuestra llegada estaba atardeciendo y pudimos ver el atardecer entre sus montañas. Una ciudad muy tranquila y linda. Viviría allí, aunque conociéndome y conociendo mi necesidad de sol (Sí, y vivo en Alemania) tiraría más para el Norte, una casita por el Abel Tasman no estaría mal. 😉
Nuestra noche en Wanaka la pasamos en el «Holiday Park View Lake Wanaka«, 36NZD la noche para las dos personas. Es verdad que la ubicación es única. Pero para mi gusto caro, ya que cuando buscábamos un Holiday Park principalmente buscábamos buenos baños, y este no destacaba por tenerlos. Baños oscuros y frios, con ducha gratuíta, pero yo pasé una mijita de miedo.
Y aquí termina nuestro día. Cada día más cerca del sur y del fin de nuestra aventura por Nueva Zelanda. ¿Quieres algún consejo? ¡Pregunta todo lo que quieras, vuestros comentarios son lo más importante para mi!
4 Comments
Que bonitas fotos!!! Me encantan la de los reflejos hija. Buena idea quedarte con nosotros y darle la vuelta, pero no se te olvide decirlo expresamente. Parecen que estuviesen manipuladas, pero se que no es el caso. Muchas gracias cariño mio por compartirlo con tu madre. Cuando vengais, tendremos que echar una peonada viendo vuestras fotos, de mis niñas viajeras incansables!! Un beso. Os quiero mucho!!!!!
pero están todas derechas mamá!! haré un post futuro pero en este están todas derechas. Me alegro que te gusten. 🙂 Yo también te quiero
Ufff, qué maravilla de fotos. A una de los reflejos le has dado la vuelta, a que sí? :p
Buena idea para un próximo post. 🙂