Día8: Costa Oeste de Nueva Zelanda y glaciar Franz Josef

La bonita West Coast de Nueva Zelanda (la costa oeste)

Hoy os voy a relatar nuestro día recorriendo la Costa Oeste de Nueva Zelanda, un día con mucha lluvia, carreteras preciosas y regalos inesperados del día

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Nos despertamos con tormentón ese día, y el tiempo no nos daba esperanza de que fuese a abrir mucho. Así que decidimos ver la Costa Oeste de Nueva Zelanda en nuestra campervan, poco podíamos bajarnos, la verdad.

Pero no se si fue el clima en sí que le daba a todo un ambiente muy húmedo y más típico de selva, que las carreteras y los paisajes que vimos por ella fueron alucinante. Jaime la nombró como su carretera favorita. Yo la verdad es que soy muy mala para eso, me gustaron tanto todas que difícilmente puedo decantarme por una. Por ejemplo la de camino de Kaikoura…ufff, como os digo, difícil decisión.
Ya por nuestro incidente en el viaje teníamos que quitar algunas cosas de la ruta, así que el tiempo nos hizo no sentirnos mal por ello, porque teníamos planeadas muchas rutas que con ese tiempo iban a ser difícil de hacer.
De todas formas yo os lo digo para que si utilizáis este post de guía, tengáis alguna idea de sitios donde parar. Nuestro primer punto eliminado fue Tauranga Bay y Cabo Foullwind (os podéis imaginar si ese es el nombre del cabo como tendría que estar el tiempo allí ese día)

Pancakes rocks

La parada que sí que no nos saltamos fueron las Pancakes rocks. Pero la marea estaba baja y no la vimos en su máximo apogeo. Muchos la llaman los géiseres naturales, ya que debido a su forma y a la subida de la marea, el agua puede llegar a alcanzar muchos metros de altura por encima de estas. Si en vuestro paso por allí también tenéis la marea baja, aun así recomiendo entrar. Es un paseo de unos 20 minutos, precioso e impactante la fuerza que puede llegar a tener el agua.

Hokitika

Llegamos a Hokitika, un pueblo de la Costa Oeste de Nueva Zelanda en el cual la lluvia nos dio una tregua, pero dio paso a un airazo que poco nos dejó hacer. Como siempre, el tiempo de Nueva Zelanda es el que manda.

Una de las paradas que teníamos programadas era ir a la”Glow Worm Dell” .Ya que no habíamos podido visitar las cuevas de Waitomo, esto nos iba( o eso esperábamos) a quitar un poco la pena de habérnoslas perdido. La “Glow Worm Dell” es un bosque en el que durante la noche se pueden ver gusanos y libélulas fluorescentes. Tiene que ser un lugar muy especial, pero no vayáis de día como nosotros, ya que no se ve absolutamente nada.

Glaciar Franz Josef

Decidimos ver, ya que el día comenzó a abrirse un poco el glaciar Franz Josef. El Glaciar Franz Josef es un glaciar de 12 kilómetros de largo. Tanto este como el glaciar Fox se encuentran ubicados en el parque Nacional de Westland. Es uno de los pocos que baja a 300 metros sobre el nivel del mar.

Para llegar a él desde el parking, último sitio al que se puede llegar en coche. Hay una ruta de 5.4 kilómetros. Sin ningún tipo de complicación, una ruta principalmente llana con unos paisajes que merecen mucho la pena. A nosotros, aunque habíamos tenido que aguantar la lluvia de todo el día, esto nos regaló unas vistas increíbles en las que tuvimos incluso arcoíris.

Alojamiento en la Costa Oeste de Nueva Zelanda

Como siempre buscamos un camping del DOC cerca para pasar la noche. Decidimos conducir hasta el “Gillespies Beach” cerca del Lago Mathenson, para al día siguiente ser de los primeros en poder disfrutar del reflejo que regala este lago.

El camino al camping, al ser de noche fue toda una aventura. Por el camino nos cruzamos con vacas y ovejas que se negaban a quitarse de nuestro camino. Tiene 11 kilómetros de carretera sin asfaltar por la cual nos pensamos un par de veces el volvernos por miedo a terminar solos a orillas de la playa(donde se encuentra el camping). He de admitir que yo hubo un par de veces que pensé que aquello era una película de miedo y que un asesino aparecería en medio de la carretera para matarnos(modo exagerado ON). Pero bueno, eso lo llevo yo dentro como buena peliculera que soy. Y menos mal que Jaime sabe manejarlo y pasar de mí. Que este comentario no os eche para atrás para quedaos en ese camping, soy yo, que tengo un problema.

Si hay algo que tengo que recomendar de nuestra ruta por la Costa Oeste de Nueva Zelanda, es este camping y el regalo que nos hizo. Es una explanada pequeña llena de coches, a orillas de la playa, con una colonia de focas cercana (más perfecto imposible). Y el regalo fue nada más y nada menos el cielo más bonito que yo he visto en mi vida. ALUCINANTE.

Eso sí que es un cielo estrellado. Cogimos hasta dolor de cuello de tanto mirar para arriba, y os aseguro que con esta afirmación tengo el modo exageración totalmente apagado. Intenté plasmarlo en una buena fotografía, pero era la primera vez que intentaba fotografiar un cielo tan espectacular que no tenía alrededor ni una simple luz. Así que esta foto es lo mejor que pude conseguir de este increíble momento. El que hiciese bastante frio a la intemperie no ayudó a que experimentase mucho con la cámara.

Ahora puedo afirmar con certeza, que los cielos de Nueva Zelanda son unos cielos alucinantes. Y para mí, de momento, los más bonitos que he visto en mi vida.
Y así, dejando atrás un día lluvioso, pero como todos especial, terminamos nuestro 8º día en Nueva Zelanda.

¿Alguna pregunta? ¿Algún consejo para hacer mi próxima fotografía de cielo alucinante un poco mejor? 🙂 Me encantaría leer vuestras ideas