A principios de septiembre fui a pasar un fin de semana express a Nápoles y a visitar la isla de Prócida. Era mi encuentro de nuevo con mi amiga Ketty, esta vez ya hacía un año que no nos veíamos, desde nuestra escapada en furgo por la Costa Brava.
Así que me tocaba a mi ir a verla a Italia, pero ella decía que teníamos que ir a un destino en el que no hubiese estado yo, así que después de mucho buscar combinación de vuelos, decidimos que como aun hacía buen tiempo nos apetecía playita, y sacamos vuelos para Nápoles (muy caros, por cierto)
Llegamos un viernes por la noche, pero con tiempo suficiente para ir al apartamento en pleno centro, salir a cenar a uno de los sitios más famosos de pizza y beber vino, siempre importante. Es increíble lo llenísimas que están las calles de Nápoles durante la noche, un ambiente estupendo.
Como teníamos dos días y hacía bastante calor decidimos dividirnos la estancia en Nápoles y pasar un día por playita y otro por la ciudad. Queríamos algo tranquilo y que no estuviese lleno de gente, y claro, tampoco teníamos tanto tiempo, así que decidimos coger un ferry y poner rumbo para visitar la isla de Prócida
Cómo ir a la isla de Prócida
Desde el puerto de Nápoles salen ferris todos los días cada hora aproximadamente.
El precio del ferry es de 32€ ida y vuelta y tarda en llegar unos 45 minutos.
Dentro de las islas del Golfo, consideradas las más bellas del Mediterráneo, las más famosas son Capri o Ischia, pero se necesita más tiempo para visitarla. En cambio Prócida es la hermana pequeña de estas y para un día ofrece la excursión perfecta, económica y muy relajada.
Lo mejor de todo es que aun tiene ese encanto especial que quita la masificación de turismo y te regala esquinitas con auténticas estampas italianas de pueblos de pescadores. En mi viaje por Sicilia también pude ver en muchos pueblitos algunas de estas estampas.
Lo que me convenció para ir a visitar la isla de Prócida es que es mucho más pequeñita y pensé que sería mucho más fácil conocerla en un día, muchas casitas de colores, montaña y playa. ¿Puede haber una combinación más perfecta?
Si tienes más tiempo puedes visitar también la isla de Vivara, que se encuentra unida a Procida por un puente. Nosotras no tuvimos tiempo, pero pasar una noche ahí tiene que ser un regalo, cuando nos íbamos se estaba haciendo de noche y el atardecer fue precioso.
Qué hacer en la isla de Prócida
- Si tienes la suerte que te coincide, en Procida se celebra un festival de arte y cine muy famoso conocido por Il Vento Cinema.
- Perderse por sus callecitas y caminar sin parar es una de las mejores recomendaciones que os puedo dar. Nosotras hicimos 20 km andando y no nos pesó nada porque sus calles son simplemente maravillosas.
- También puedes alquilar una moto o alguna bici eléctrica para recorrerte sus calles, así te aseguras de llegar a todas. Una bici que no sea eléctrica es solo para personas que estén muy en forma, ya que las cuestas que te encuentras por esta isla son importantes.
- Cuando llegamos en el ferry este nos deja en Marina Grande, y el primer impacto que tenemos de Procida es precioso. Aprovecha para pasear por la zona y llegar hasta la playa del fondo detrás del chiringuito. Pasarás por la Iglesia de Santa María della Pieta, no pararás de enamorarte en cada esquina.
- Haz las mejores fotos desde la Plaza de los Mártires.
- Aprecia desde cualquier punto de la isla la iglesia della madonna della Grazie, de 1679
- Sube a la Abadía de San Miquel Arcangel y de paso visita los restos del Palacio Real o Castillo, el cual se utilizó como cárcel hasta los años 80. (vaya vistas tenían desde la cárcel)
- Baja por escaleras de calles pequeñitas hasta Marina Corricella
- Disfruta del paseo de marina Corricella y come alguna de las comidas riquísimas de esta zona, además si el tiempo acompaña podrás darte un baño en su playa de final del paseo e ir nadando hasta las piedras.
- Visita alguna de las playas del sur de la isla, las más famosas para pasar el día disfrutando de esta maravilla de aguas turquesas.
- Si tienes tiempo pasar una noche en esta isla tiene que ser una maravilla, mira los hotelitos tan cuquis que tienen!
Yo me imaginaba pasando una semanita tranquilamente en esta isla disfrutando de lecturas en una terraza preciosa con vistas al mar cada tarde y paseos matutinos. 🙂
Si tienes alguna duda al respecto déjamela en comentarios o redes sociales y te responderé lo antes posible 🙂 Un abrazo y espero que disfrutéis esta visita
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