El día 23 de abril se celebra Sant Jordi, un día muy importante para Barcelona y que todo el mundo me lo celebraba como el día que las calles de Barcelona están más bonitas.
Ha sido nuestro primer día dentro de esta tradición, en la cual la mujer tiene que regalarle al hombre un libro, y el hombre a la mujer una rosa, o innovar y regalar una rosa y un libro a la vez, para que así a tí también te regalen un libro (que mola mucho más). Pero bueno, no vamos a empezar el post rompiendo tradiciones.
Sant Jordi, las calles repletas de rosas, libros y…¡gente!
Mis compis de trabajo y amigos me traían mucho jaleo con este día, que hay que seguir la tradición y que hay que pasear por las calles que están preciosas.
Evidentemente llenar las calles de rosas, pasteles y libros, hacen la combinación perfecta para que estas luzcan preciosas. Desde primera hora de la mañana cuando iba camino de la oficina, ya estaban montando los puestos.
Las rosas de Sant Jordi
Como dicen, los hombres, tienen que regalarle rosas a las mujeres. En mi oficina alguno de ellos nos trajeron rosas a nosotras, sin dar nosotras libros a cambio.
Puedes comprar rosas de todo tipo, pequeñas, grandes, ¡incluso de los colores del barça!. Además también hay para los más golosos de chocolate o golosina, o llegando a los pequeños rosales para tener en casa y verlas crecer.
Eso sí, podemos decir que el 80% de las mujeres que iban paseando llevaba una rosa en la mano, roja en su mayoría, como dice la tradición.
Libros, lo mejor del día
También verás las calles llenas de libros, y es que este día coincide con el Día Internacional del Libro.
Pero no quedando ahí la cosa, además de poder comprar miles de libros, serán muchos los escritores que se unirán a esta fiesta para poder en unas horas firmar y vender muchos de sus ejemplares. Todo un lujo para muchos. En la Rambla verás muchos puestos de libros con diferentes horarios en los que estarán los escritores firmando.
Otra cosa que vi con los libros y me encantó, es muchos puestos en los que se hacían lecturas de libros. Cerca de mi trabajo había un grupo de personas mayores leyendo por turnos el Quijote. Lo que hace que la calle tenga un ambiente precioso.
Dulces y ¡mucha gente!
Aquí os hablo de la mejor y la peor parte junta.
La buena: Los dulces, ¿a quién no le gusta un dulce un día así con la excusa de que es una fiesta catalana y tenemos que probar sus dulces?. A mi oficina, un Jordi, al ser su día llevó una super coca. ¡Me la podría haber comido sola!
La peor parte: La cantidad de gente. ¡que barbaridad! Acepto que soy muy de pueblo y las grandes aglomeraciones me agobian máximo. Pero aquí tenéis una prueba de lo que era andar por la Rambla, o el no andar.
Es por ello por lo que huimos al barrio de Gracia. Barrio que me encanta y que algún día saldré a hacer fotos y hablaros de él. En el barrio de Gracia también había mucha gente, pero ni punto de comparación. Pudimos parar en un bar a cenar y disfrutar paseando por sus calles con estos rincones preciosos que te sorprendían en cualquier esquina.
La leyenda del día de Sant Jordi en Barcelona
No puedo cerrar este post sin hablaros de la leyenda que esconde este día detrás. Y lo empezaré como se merece:
«Cuenta la leyenda…Que existía un dragón que no se cansaba de atacar a un reino. Para que el dragón se quedase saciadito y dejase en paz al reino, decidieron comenzar a entregarle dos corderos al día (pobre dragón zampón). Pero claro, a los corderos a este ritmo no les daba tiempo de procrear, y comenzaron a escasear. (Aquí viene la parte macabra de la historia) cuando deciden, por sorteo, escoger a una persona del reino para que fuese una persona y un cordero.
En uno de estos sorteos le toca a la princesa, rubia y guapa.Pero claro, ¿cuándo habéis visto a una princesa sin un caballero? Aquí vino el caballero cuando el dragón se iba a comer a la princesa y lo mató, un valiente caballero llamado Jordi. Cuando mató al dragón clavándole su espada, comenzó a salir sangre y de esa sangre brotó una preciosa rosa roja que Jordi (aprovechando el momento) le regaló a la princesa.
Nunca te acostarás sin saber una cosa más, o al menos, eso hice yo al conocer la leyenda.
Así que ya sabéis, si el 23 de abril andáis por Barcelona, que no se os olvide seguir la tradición y conocer la leyenda. Sant Jordi Barcelona os espera con sus rosas, libros y ambiente de la calle ¿Lo habéis hecho alguna vez? ¡Contadme!
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