Parque Nacional Corcovado en Costa Rica. Ruta de 3 días

Tenía muchas ganas de escribir sobre esto, que aunque parezca mentira ya hace más de medio año que lo hicimos.

Nuestras 3 semanas en Costa Rica estuvieron marcadas de experiencias diferentes y vivencias de un país que no olvidaremos jamás. Nos encantó, nos pareció caro, pero lleno de encanto. Quizás por la época en la que viajamos no nos pareció nada masificado, o bien porque no pasábamos por los sitios más turísticos de ciudades…

Nos gustó la aventura, el adentrarnos en lo más profundo de Nicoya, el cruzar ríos con el coche…pero ninguna experiencia de las que vivimos y ninguno de los sitios que vimos, supera a nuestra vivencia durante 3 días en el Parque Nacional de Corcovado en Costa Rica.

Habíamos leído mucho sobre esto antes de salir de casa organizando el viaje.

Nuestras rutas por el Parque Nacional de Corcovado

Hay dos rutas principales a realizar en el parque de Corcovado, la primera que es un sendero hasta la estación de Sirena, de unos 20km por la costa y la segunda que es por el interior pasando por Los Patos, de unos 20km también y una subida al final.

Lo más típico es hacer la ida por la costa hasta Sirena, pasar allí la noche o las dos noches, según se tenga contratado, y volver por los Patos. Nosotros teníamos planeado hacerlo así y ya desde los Patos cogíamos un taxi hasta puerto Jimenez, pero una de nuestros compis de ruta le dolía la rodilla y al esto ser más cuesta por los Patos pensamos que sería mejor ir por la costa. Además nos comentaron que estaba comenzando la temporada de garrapatas y por esta segunda había muchas más que por la primera, por lo tanto no pusimos mucho impedimento.

Nos hubiese gustado hacerla, porque volviendo por el mismo sitio ves lo mismo, pero dicen que la de la costa es más bonita que la de interior, claro, tiene el encanto de que hay momentos en los que ves mar, río, selva, montaña…una auténtica pasada.

Día 1: de Puerto Jimenez a La Sirena

Pasamos la noche de antes en Puerto Jimenez, en el hotel Corcovado Wild Hostel(muy recomendable, nos dejaron dejar las maletas allí durante los días que estábamos en Corcovado y el coche) ya que de allí nos recogería nuestro guía para llevarnos hasta Carate muy temprano.

Antes de contratarlo pensamos en ir nosotros hasta Carate, pero después de haber hecho la ruta con ellos en coche, te recomiendo que gastes un poco más y salgas desde Puerto Jimenez, el camino es muy malo y nosotros por ir con los guías nos paramos mucho por el camino porque vimos muchos animales.

Llegamos a Carate y ahí comenzamos nuestra ruta, ya para comenzar tienes que descalzarte y cruzar un pequeño río, o al menos era pequeño cuando nosotros pasamos.

En ese día haces 20 kilómetros por senderos entre bosques secundarios y la costa, muchas veces a pleno sol a unos 35 grados con una humedad del 80%, lo que no es nada fácil y muchas veces andando por la arena de la playa, que se te pone un culito… Pero os aseguro que merece la pena.

Ya desde el principio no parábamos de ver animales. La primera parada la hicimos en La Leona, donde se paga la entrada al parque y te registras como visitante. (la entrada la paga el guía que ya está incluido en el precio que le has pagado a él).

Por el camino vimos murciélagos bajos hojas de plataneros, pizotes, osos hormigueros, muchos guacamayos…todo era precioso y con unos colores que recuerdo ahora y se me ponen los pelos de punta.

Con cada paso que vas dando te vas dando cuenta lo maravillosa que es la naturaleza, ves plantas de piñas (cosas que yo no había visto en mi vida y me resultaron preciosas), plantas de piñas ahí al lado de la playa, ves cocos que caen de las palmeras y como de ellos comienzan a crecer palmeras. Es ahí cuando te das cuenta que estás en la naturaleza más salvaje y que los únicos ruidos que escucharás durante el camino son de la auténtica naturaleza, como es Corcovado en Costa Rica.

Yo iba de inexperta total y llevaba un bocadillo en el bolsillo exterior de la mochila en una bolsa, y cuando me lo fui a comer estaba lleno de unos bichos diminutos blanquitos, los cuales me tuve que comer con el bocadillo. Según una compi del viaje, nos comentó que están en todos lados esos bichos en las casas y que terminas comiéndotelos porque sino tienes que tirar la comida. Y como no estábamos para tirar comida, me los comí, total, más alimento :P. Esos bichos, por muy alucinante que parezcan consiguieron también meterse en mi botella de Aquarius aun estando cerrada.

Cuando llevábamos la mitad del camino aproximadamente, nos cruzamos con un guía que volvía y nos comentó que habían visto a algunos pumas por el camino. Nuestro guía, amante de su trabajo, nos comentó que podíamos aligerar el paso e ir a la zona a ver si conseguíamos verlo (estaban a una hora aprox) así que como todos estábamos dispuestísimos fuimos a tope para poder cruzarnos con los pumas. Madre del amor hermoso, no había sudado tanto en mi vida! que duro! (seguro que si esto lo lee Álvaro, nuestro guía, dirá que los españolitos nos quejamos mucho 😉 )

Vale, he de admitir que me cansé bastante, pero es algo que no paro de agradecer, porque finalmente…vimos los pumas!!! eran 3, una madre con sus dos crías, pero las crías ya estaban creciditas. Es la experiencia más alucinante de mi vida, que cosa tan bonita, y se pararon en medio de un río para posar para nosotros (aunque la madre no nos perdía de vista y nos rodeaba). No nos acercábamos mucho, manteniendo una distancia prudente, pero son preciosos y es algo inexplicable lo que se siente, que bonitos son los animales en libertad. En el parque de Corcovado, como en la mayoría de los sitios de Costa Rica, los animales son lo primero. Ahora cuando lo pensamos nos planteamos si aquello era peligroso, pero Álvaro nuestro guía estaba tan tranquilo y feliz…que lo único que hicimos fue disfrutar del momento. Gracias Álvaro, te casi llegué a odiar por hacerme correr tanto, pero te lo agradezco muchísimo… 🙂

Gracias a que los pumas posaron para nosotros en el río, tuvimos que dar una gran vuelta, porque ese era nuestro camino, y no podíamos molestarlos, así que tuvimos que hacer una gran subida y bajada. Saliéndonos de lo que parece la ruta. Ahí te das cuenta de lo necesario que es ir con guía porque no hay ruta marcada y ellos se lo conocen todo como la palma de sus manos. No tanta gente puede presumir de tener fotos de pumas en el Parque de Corcovado.

Seguimos nuestro camino, yo asustada por lo que había escuchado hablar del río Claro, que cuando la marea está alta lo han llegado a cruzar con agua por encima de la cintura y como está al lado de la playa es un lugar donde se juntan cocodrilos y tiburones. ¿Más miedo? Pero cuando nosotros llegamos (cosa que tenía planeada el guía) estaba la marea baja y solo tuvimos que quitarnos los zapatos, ni cocodrilos ni tiburones a la vista.

Llegamos a la estación de la Sirena después de unas 8 horas de caminata y te parece que estés llegando a tu casa por navidad…que a gusto!

Lo que vino después fue descansar, montar nuestra cama (goma espuma en el suelo con una mosquitera por encima o una tienda de campaña) dentro del refugio pero totalmente abierto. Ten en cuenta que estás en un refugio en medio de Corcovado.

Estuvimos de charloteo con los guías hasta las 8 que apagan las luces en el refugio y a eso de las 9.30 o así nos fuimos a dormir, no antes sin ver a un tapir que se pasó por el refugio a vernos. Impresiona un poco ir a los baños con todo oscuro, y el sonido de la selva por la noche es alucinante. Yo cerraba los ojos y veía bichos.

Día 2: Rutas al rededor de La sirena.

Este día hacíamos una ruta nocturna por el parque Corcovado, así que a eso de las 3 o 4 de la mañana nos despertamos para comenzar. Yo voy a ser sincera, iba cagada, alumbrando con la linterna para todos lados porque allí no se veía nada. ¡Pero que guay!

Buscábamos al tapir, que es más nocturno, y nos paramos en un río en el cual comenzaron a llegar monos aulladores y a rodearnos por los árboles echándonos. Un sonido envolvente que más quisiera sony :P, que maravilla! Pero sí, nos fuimos para respetarlos.

Volvimos al refugio a desayunar y descansar un poco y nos quedaron un par de rutas más durante el día en las que vimos muchos animales. Y en la última fuimos a un río cercano, en una parte alta, un camino precioso, y nos dimos un baño. Que a gusto! bañándonos en un río rodeados de bosques primarios, porque sí, por estas rutas ya llegamos a ver bosques primarios, que auténtica pasada.

Cuando llegamos por la tarde al refugio me di cuenta que me había dejado las sandalias en el río, eran dos horas de ruta de ida y vuelta y a nuestro guía (por más que le dije que no fuese) no le faltó tiempo para ir y traérmelas, es más lindo…

De nuevo fueron unos 20 kilómetros de rutas por los alrededores a la Estación de La Sirena. Más kilómetros para las piernas…

Día 3: Vuelta por La Sirena-Carate

Como ya os he comentado, volvimos de nuevo por La Sirena, porque nuestra compi andaba un poco lesionada, pero como a mi me gustó tanto esa parte, estaba encantada de volver por allí, dicen que se ven muchos más animales.

Salimos de noche para poder coger la marea baja y no tener que cruzar de nuevo el río de cocodrilos y tiburones, al principio no vimos mucho, más que huellas de tapir. Pero lo que sí que vimos fue un amanecer precioso y un rastro de tortuga que si hubiésemos pasado un par de horas antes la hubiésemos visto desovar (nos hemos quedado con las ganas de eso).

La vuelta no se nos hizo tan dura porque no hacía tanta calor. Y llegamos muy pronto, yo tenía hasta pena de irme. Corcovado es un auténtico paraíso al que recomiendo todo el mundo conocer si va a Costa Rica. Si no se quiere hacer andando tantos kilómetros hay más formas de conocerlo que os lo cuento un poco más abajo.

Cosas que saber si vas a hacer una ruta por Corcovado

• Es necesario llevar guía, es obligatorio desde hace unos años, pero nosotros hemos visto después de hacerla que es mucho mejor llevar guía, porque no hay rutas marcadas y muchas veces te tienes que desviar de la «ruta» al encontrarte con animales de por medio.

• Corcovado es naturaleza en estado puro, lo que significa muchos bichos para lo bueno y para lo malo. Yo cogí tres garrapatas, las cuales me tuve que quitar con mucho cuidado para que la cabeza no se quedase dentro. Llevaba pantalones largos y pensaba que no era necesario ponerme insecticida (error). Jaime llevaba pantalones cortos pero sí llevaba repelente y no cogió ni un bicho.

• Tienes que llevar tu propia comida para todos los días y cargar con ella y hay muchos bichos, así que si es enlatada mejor. Nosotros llevábamos por recomendación de Álvaro sopas Maruchan, ellos tienen allí un hervidor de agua para calentar agua de una catarata, que según Álvaro es 80% potable.jajaja.

• También tienes que cargar con tu bebida, cuenta 3-4 litros por persona por día, a mi me parecía una exageración y me faltó. Allí en el refugio se pueden comprar botellas de agua por 5$, carísimo, pero claro, el llevarlas hasta allí tampoco es barato. Álvaro nos dijo que podíamos beber de la catarata esa, pero preferimos no hacerlo.

• En Corcovado no se puede dejar basura, así que también tendrás que cargar con ella. Intenta que sea la mínima posible. (En la foto Jaime va cargando con la suya)

• A la estación La Sirena se puede llegar en avioneta por unos 90$ el trayecto. Lo cual hace una opción muy buena para las personas que no quieran hacer tantos kilómetros e incluso se pueden hacer excursiones de un día sin necesidad de pasar la noche allí. Aunque a mi me pareció una experiencia única.

• Guía, entradas, alojamiento y taxi nos salió por unos 550€ la pareja, 3 días en Corcovado.

• La comida por las noches se saca de la tienda y se pone colgada en bolsas en cuerdas, porque sino los animales entran en tu cama para cogerlo. Y así es, nos despertaron por la noche un tipo de «rata bonita» era amarilla y blanquita, por las cuerdas intentando comerse nuestras comidas, se metieron incluso en las bolsa

• Pensábamos que no veríamos tantos animales, pero eso fue una auténtica pasada, un no parar. Hemos creado un post con animales que puedes ver en Corcovado

• No se te olvide de llevar linternas, las luces las apagan a las 8 de la tarde.

• Por el camino comimos coco que nuestro guía nos preparó de uno que cogió del suelo con mucho amor, nos dio a probar mango de los árboles que te encuentras por el camino…pero no llegan a madurar porque se lo comen los monos antes.

• Ve preparado físicamente porque es duro, los guías contaban que a veces se han tenido que volver porque no todo el mundo era capaz de hacerlo. Pero nosotros no estamos súper en forma, simplemente hay que echarle ganas y si te gusta caminar te flipará esta ruta.

¿Qué guía contratar si vas a Corcovado?

Bueno, ¿yo qué os voy a decir? Nosotros quedamos encantados con Álvaro Montoya como guía de Corcovado. Es un profesional increíble, se conoce todos los rincones y secretos del lugar y te cuenta miles de anécdotas, con él no te aburrirás. Además es lindo y muy cariñoso, te irás con la sensación de que te vas de allí con un amigo más.

Si estás buscando un guía para hacer rutas por Corcovado, sin lugar a dudas Álvaro Montoya es nuestra recomendación. 

Disfruta mucho su trabajo y eso hace que tú lo disfrutes con él. Cuando vimos al puma él estaba pletórico, yo le dije que su felicidad de ese momento en su trabajo era comparable a la mía en el mío cuando me daban vacaciones, a lo que contestó: «Marian, entonces algo está fallando».

Os dejo su facebook por si queréis contactar con él para realizar tanto la ruta a La sirena, como a Los patos o cualquier otra.

Hay que hacer una parte del pago por adelantado por paypal, pero ya os digo yo que es de fiar.

Algunos datos de interés del Parque Nacional de Corcovado

Dando cara al océano pacífico, el parque nacional de Corcovado se encuentra en la península de Osa. Se considera que alberga un 5% de la biodiversidad de la tierra y National Geographic lo declaró como el lugar más intenso del mundo, biológicamente hablando.

Cuenta con 45757 hectáreas terrestres y 5375 marinas, lo cual te puede dar una idea de la inmensidad de este parque, que no solo cuenta con bosque secundario, sino gran parte de este con bosque primario. Lo cual para nosotros fue una experiencia única de conocer, un bosque que no ha sido tocado jamás por la mano del hombre y que puedes ver en su estado natural y salvaje 100%.

¿Tienes alguna duda sobre tu plan para rutas por el Parque Nacional de Corcovado? Pregúntame y estaré encantada de poder ayudarte y recomendarte según nuestra experiencia. Lo que espero que haya quedado claro es que nos encantó.