El finde pasado fuimos a cenar con nuestros amigos Alvaro y Marta (nuestros compis de viaje de Noruega, los alrededores de Amsterdam y muchos otros ratitos y rutas) a un restaurante muy rico y original. Nos queríamos ver después de navidad y ellos como siempre, más apañados que todas las cosas, buscaron un sitio guay para quedar.
La elección para comer en Hamburgo fue el restaurante Schwerelos, y ¡Como mola! En cuanto vi por inter como era decidí llevarme la cámara cuando fuésemos a cenar para poder contar por aquí un poco la experiencia.
Las comidas que más se divierten en Schwerelos
Sí, la diversión aquí no la tiene el cliente (que también), sino la tiene la comida, es la comida la que baja por una especie de “montaña rusa” hasta llegar a tu mesa.
¡Como nos gustan todas estas cosas diferentes y originales!
Os voy a contar un poquito de su funcionamiento
Llegamos con la reserva hecha y nos estaba esperando nuestra mesita. No había mucha gente para ser un viernes por la noche, se podría decir que estaba más bien vacío. Pero claro, es que está en Harburg y no por el centro.
Está dividido en grandes mesas redondas pero no verás al de en frente, eso tiene su parte mala porque si vais más de 4 o 6 personas estaréis un poco separados.
Cada mesa tiene unas tres pantallas por las cuales tu realizas tu pedido, con toda la selección de comidas…A mi eso me gustó bastante porque desde pequeñita siempre he querido tener una caja registradora y apuntar los productos (mi prima era tan fan como yo)…y eso se le parecía bastante. Porque también tenía una ranura para pasar la tarjeta que te daban a la entrada en la que se quedaba guardado tu pedido, y la que pasabas por caja antes de irte para que tu cobrasen.
Hasta aquí guay, ¿verdad? Pues ahora viene la mejor parte!! Y es que cuando la comida llegaba venía por unos railes que caía hasta tu mesa. ¡Me encanta!
Pues así recibimos nuestra bebida, nuestro pan, nuestros platos y el postre.
En el centro de la mesa hay platos, vasos y cubiertos para coger y echar tu comida en un plato. Pero eso de comer en la olla mola, menos en el caso de Jaime, que se pidió una hamburguesa que casi era mayor que la olla.
Localización y detalles de Schwerelos
Os dejo un pequeño mapita con la localización del restaurante Schwerelos. Como opinión personal diré que merece la pena visitar, es original y agradable, y una experiencia más. Mola como opción para llevar a las visitas y enseñarles lo guay que está Hamburgo.
El precio, como todo en esta ciudad, unos 15€ por cabeza, es el precio que normalmente suele costar salir a cenar.
El menú era bastante variado, Marta y Alvaro escogieron pasta, muy rica, Jaime fiel a su hamburguesa(que no soy yo por vivir en Hamburgo, lo siento, chiste malo), y yo me pedí un queso de cabra gratinado con pan y ensalada, así light que viene bien para esos kilos que nos traemos en la panza después de unas navidades en casa.
Pues lo dicho, si estáis pensando donde ir este fin de semana, o la próxima semana, seguro que este plan os gusta, como poco, original os parecerá.
Ya me decís que os parece a los que se animen a ir. Y si os queda alguna duda, no dudéis en preguntar.
4 Comments
Que guay Marian. 9 me encantaría ir. Crees q tendré oportunidad de visitar lo contigo? Un beso
Que buena pinta que tiene!! iré seguro!
Te lo recomiendo Andre, es como poco divertido 🙂
A cuento de este post, muy guay por cierto, he pensado que puedes escribir sobre el tintero de Málaga, que tb tiene su chispa 😉